
Yanis Varoufakis presenta un libro introductorio al capitalismo. El primer capítulo es el más claro de todos, comenzando por los excedentes agrarios y aquel incómodo asunto del colonialismo. ¿Por qué fueron los europeos los colonizadores? Por la geografía y el clima, que hizo que la agricultura puediera conservar y transportar los excedentes. Con ello comenzaron las clases, el estado, las monedas, y más tarde con la navegación, el colonialismo. Los sirvientes en la sociedad feudal pasaron a ser jefes de producción convirtiéndose en emprendedores, quienes pagaban por unas tierras que trabajaban asalariados. La economía pasó de la producción a la deuda, ya que el señor de las tierras ponía los medios de producción para que el emprendedor pudiera comenzar a trabajarla. El beneficio se convertía en la referencia de la sociedad.
El tema sobre banca también es bastante bueno, y recuerda a todo lo vivido en la burbuja económica. El banco crea dinero de la nada, y no tiene una responsabilidad ante la sociedad cuando asume riesgos imprudentes. No presta ahorro. No vive de depósitos. Trocea los préstamos que coloca y la patata caliente de unas finanzas que no se corresponden con la economía final van pasando de manos entre inversores internacionales. Hemos vivido rescates con dinero público de sociedades en quiebra. Totalmente de acuerdo. Varoufakis comete sin embargo un doble rasero brutal: dice que a los paises habría que condonarles las deudas. Entonces, está mal que los bancos cometan imprudencias, pero los paises como Grecia pueden vivir de malas políticas, sin responsabilidad sobre las finanzas. Yep. Según Varoufakis, hay que incentivar a los que lo hacen mal. De incentivar a alguien, Varoufakis, como mucho a los que lo hacen bien. Premiar malos comportamientos, ni a bancos ni a paises, ni a nadie. Otra pregunta: ¿quien exactamente "perdona" el dinero? ¿Quién se come el marrón?. Si a los progres en el fondo les gustan las orgías de dinero capitalistas, lo que no les gusta es pagar la fiesta.
Muy interesante el tema de como se creó comercio en los campos de concentración de los nazis. Los británicos querían té, y los franceses café. Se montó toda una economía con las donaciones de la cruz roja. Finalmente, el tabaco surgió como moneda, de forma natural. Parecido a lo que sucede en las cárceles: muy fácil de colocar, por lo que tiene valor hasta para los no fumadores.
Varoufakis tiene además alguna simplonería, como todo Marxista vive en locus de control externo y niega el determinismo biológico para proponer un determinismo sociocultural amputado de interacciones gen/ambiente. "Cultura" y "sociedad" son un ente vaporoso que sale de ninguna parte. Dice por ejemplo que "a las mujeres les dieron los peores trabajos". JO-DER. Los hombres solo van a la guerra, son forzosamente reclutados para campañas militares (bajo pena de cárcel), fueron la mayor parte de los esclavos, hacen todas las tareas peligrosas de la sociedad (mineria, ganaderia, agricultura, jornales, mudanzas, etc etc). Varoufakis suelta eso, sin documentar con ningún dato por supuesto, y se queda tan pancho. Otra simplonería es que el mercado es deshumanizado. No estoy de acuerdo, si bien las altas finanzas son así, creo que hoy más que nunca el mercado son pequeños emprendedores con un ordenador, que realmente mejoran productos y servicios históricamente concentrados en unos cuantos señores neofeudales protegidos por el estado. Para Varoufakis, "la sociedad" no tiene nada que ver con nuestra biología. La herencia marxista dejó esta chorrada que siguen creyendo millones de indocumentados. El mercado es un incentivo más natural que, precisamente, el horizontalismo que es un artificio absoluto que siempre sale mal. Que se lo pregunten a cualquier comunidad de vecinos, o a cualquier movimiento horizontalista y cooperativo que acaba irremediablemente a navajazos en luchas por hacerse por el poder, incluida "la revolución de las sonrisas" del 15M, que fue purgada y apropiada por Podemos. Estuve allí.
El libro es bastante pedagógico y entretenido como una primera aproximación a la economía. Aunque falta historia, y sobra algún capítulo sobre posthumanismo que hubiera sido más interesante dedicarlo a la historia. Pero es un buen libro. Coincido en un aspecto que comenta al final del libro "estudié economía porque me di cuenta que los economistas no sabían nada".
8/10